Hahei y alrededores + Tongariro
En Hahei
nos quedamos en el Seabreeze holiday Park. Los holiday Parks son en gral un
parque con un cuerpo central con varias habitaciones, algo muy similar a un
hostel pero más prolijo, y después algunas cabañas y lugares para camping. Este
estaba bastante completo, tenía ese cuerpo central las cabañas, después un
segundo edificio para la gente de camping con un gimnasio diminuto, living y
cocina.
Cuando
recién llegamos nos ubicaron en una habitación doble que estaba linda pero era
diminuta. Después nos pasaron para una cabañita (las que se ven en la foto al lado del auto) un poco más grande pero con la
gran desventaja que ahora los baños nos quedaban a unos 30 metros. Y a esta
edad donde uno ya se empieza a levantar por las noches con ganas de ir al baño,
este era un tema no menor.
La noche
del domingo que llegamos conocimos a Sam, la hija de los administradores del
lugar. Una clásica kiwi, rubiona macanuda que fue la que nos dio los laburos en
los primeros 3 días pero que no tenía mucha idea ni de que teníamos que hacer.
A los 3 días aparecieron los administradores, Scott y Rose. El, un pelado
grande de metro noventa y 120 kilos, macanudo y con un rollo muy gracioso que
se le formaba en la nuca. Ella una petiza de 1,50m y también 120 kilos con un
tono de voz insoportable y con la mala costumbre de gritarle a todo el mundo
cuando lo precisa en vez de acercarse.
Para ellos
trabajamos 3 semanas. Al principio nos dijeron que era bastante limpieza pero
que tenían otras actividades. La verdad fue que fue puramente limpieza,
teníamos que aspirar todo, limpiar pisos, baños, etc. un verdadero embole de
trabajo 3 horas por día, 5 días a la semana por quedarnos acá de forma
gratuita.
Al mismo
tiempo empezamos a trabajar en “The Pour House”, la verdadera razón por la que
habíamos venido hasta acá, eso, las playas de esta zona y el calor. Se trata de
una cervecería artesanal que también funciona como restaurante y es de los
pocos locales para ir a comer dignamente en Hahei, pueblo que no debe de tener más
de 5 mil habitantes. Tuvimos una entrevista inicial con la dueña del local y el
mismo día nos pidieron que nos quedáramos aprendiendo por 2 horas y al día
siguiente ya empezamos a trabajar. La enana trabajó atendiendo a los clientes
en la barra, tomando pedidos, cobrando y sirviendo las cervezas. Yo estaba en
la cocina, lavando platos, sirviéndolos y ayudando con las pizzas.
En el bar
trabajan unas 10-15 personas en temporada y en invierno se acota a unas 6-7. Había
varios personajes:
En la
cocina yo trabajaba con:
Rasmus o
Ras: un mitad finlandés mitad kiwi de lentes flaco y alto gracioso que siempre
te miraba por el rabillo del ojo como si la cabeza se moviera más lenta que los
ojos mismos.
Giorgia:
Una local de Hahei, 22 años gordita rubia
con un tono mandón pero amigable.
Santi: Un
argentino tocayo, muy macanudo y un cague de la risa constante, que a su vez se
hospedaba en la casa de Jim, un veterano local y locazo que es el principal
actor de la próxima anécdota.
Josh: Mitad
kiwi, mitad ingles, de unos 20 años pero bastante infantilon que se divertía
matando moscas y haciendo bromas en la cocina
Andy y Bex:
los dos chef ingleses y las personas a cargo de la cocina. Bex (Rebeca) muy
buena gente pero con carácter fuerte y era la que mandaba. Andy un constante
bromista y el que mantenía el buen ambiente en la cocina lo que lo hizo de los
trabajos más amenos en los que trabaje hasta ese momento.
En la barra
con la enana eran mil:
Fynn: Un
local, el único hombre de la barra, rubio paletón bastante infantilon también
pero muy divertido, un personaje muy particular.
Después
conformaban el plantel: Tina (alemana), Gaele (Francesa), Julieta (Argentina),
Emma (Kiwi) Mary (Alemana) , Allanah (Inglesa) y la enana por supuesto
representando a los yorugua.
Entonces la
rutina en este lugar se transformo en levantarnos tipo 9 am, desayunar,
arrancar a limpiar en el holiday park terminar a la 1pm almorzar y ahí irnos a
la playa, dormir, hacer deporte, o lo que fuera dependiendo el día, hasta las 6
pm y ahí a trabajar al bar hasta las 9 o 10 pm dependiendo que tan agitado
estuviera el bar ese día. Además tuvimos varios días libres porque la temporada
ya se estaba desinflando que también los aprovechamos para pasear.
En esta
zona visitamos:
1) Cathedral Cove: una cueva hecha con
piedra en la playa, lugar donde se filmaron escenas de la película Narnia.
Queda a unos 30 minutos caminando de donde paras el auto y vale la pena.
Fuimos más de una vez, la primera caminando a recorrer, después
estuvimos haciendo snorkel por ahí y vimos varios pescados y manta rayas.
2) Hot wáter Beach: Una playa con
actividad geotermal donde la gente lleva palas y haces un agujero en la arena
en lugares específicos y sale agua caliente. Pero caliente en serio al punto
que donde nosotros hicimos el pozo casi no nos pudimos echar por lo caliente
que estaba el agua, además que lo hicimos a las 12 del medio día, un día que el
sol rajaba la tierra y eso tampoco ayudo.
3) Te pare Walk, una caminata cerro
arriba donde termina la playa de Hahei que la hicimos con un gales, Will , que
hacía woofing igual que nosotros en el Holiday Park y al terminar la caminata bajamos a la playa de hahei. Sacamos unas fotos y en eso nos vamos al agua con Will, me tire de cabeza, manso como siempre y cuando miro bien, vi una mancha en el agua, me acerco y la mancha se va... era una manta raya. Miro para la derecha y veo otra mancha y a la izquierda otra, eran 4! Normalmente no hacen nada y son mas de huir excepto que las pises, asi que tuve suerte de no pisar ninguna porque la verdad que no las vi hasta que ya hacia rato que me estaba bañando .
4) Twin Kauri walk, una caminata de 20
minutos entre el bosque donde hay árboles Kauri, unos árboles particulares de
acá que se están extinguiendo, si como yo no sos un amante de las plantas, no
vale mucho la pena.
5) Tairua, un pueblito a unos 15 minutos
que tiene una playa muy buena para meter surf donde fuimos varias veces e
incluso la enana se estuvo tirando sola en el tablón. El punto en contra es que
desde Hahei hasta ahí la ruta es pura curva.
Temporada de invierno
Como
durante este período de tiempo 3-4 semanas en Marzo, pasamos bastante tranqui y
no hicimos demasiada plata porque las horas en el bar eran muy pocas y había
veces que solo trabajábamos 4 días a la semana, empezamos a pensar en que
trabajar en invierno para hacer plata para luego ir a Asia. En Motueka donde ya
habíamos trabajado en los kiwis anteriormente nos ofrecían trabajo si queríamos
volver a un sueldo un poco mejor del mínimo y en posiciones más interesantes
que las tradicionales que son la cosecha de la fruta (picking), el empaquetado
(packing) o clasificación (grading). Teniendo eso en cuenta empezamos a buscar
trabajos similares o mejores en Hahei, para no tener que bajar de nuevo 600 km
para volver a esta ciudad donde ya habíamos vivido un mes y que al ser
considerablemente más abajo también iba a ser más fría.
Un día de
lluvia salimos a recorrer y como es de complicado acá encontrar laburo, en la
primer casa de empaquetado de kiwis que entramos nos ofrecieron laburo, Seeka
Packhouse. Para la enana de quality controller, que básicamente consiste en ver
que los kiwis que se están procesando están bien y para mí desarmando pallets,
un trabajo mucho más físico. La paga era apenas menor a la de Motueka, aunque
los trabajos más aburridos, la ventaja? Si nos quedábamos acá podíamos trabajar
de día con los kiwis y de noche en el bar, hacer la misma plata que si trabajáramos
en Motueka doble turno en los kiwis y no íbamos a quedar tan podridos de ver
kiwis la 24 horas del día sino que por lo menos durante la noche haríamos
pizzas y serviríamos cerveza. Entonces dijimos que sí. Sacamos las cuentas y si
trabajábamos 60 horas por semana, entre ambos trabajos eran unos 800 dólares
por semana, mas de 3 mil dólares por mes. Suficiente plata para que después, si
en invierno queríamos volver a una vida más tranqui, hacer bastante ski y
trabajar de algo más divertido que solo nos sirviera para no gastar los
ahorros, igual nos daría para hacer un lindo viajecito por Asia en Setiembre.
La nave-El Roji- George-
Ahora quiero hacer un paréntesis y describirles el auto en el que nos hemos transportado hasta ahora, que básicamente hasta Hahei eran unos 8 mil kilómetros. Bueno, el auto en el que nos movemos es un honda civic rojo (el Roji) de los años noventa de 2 puertas. El auto tiene unos 160 mil kilómetros hasta el momento, varios detalles en la pintura, y la homocinética precisa ser cambiada. Siempre supe bastante poco de autos, pero aparentemente la homocinética son las piezas que unen el eje con las ruedas, cuestión que cuando doblas muy cerrado en la nave sentís como si fuera un metal martillándose varias veces contra otro metal en alguna parte interior del auto. El costo? 1400 dólares y aparentemente después nos enteramos que hasta lo compramos caro… básicamente en 15 días de trabajo acá te podes comprar un auto.
Cuestión
que en este auto de dos puertas no solo nos venimos transportando nosotros sino
que también, las valijas (una de hombre pero una de mujer que como toda valija
de mujer siempre es más grande o por lo menos más pesada sin importar que en
este caso se trate de la enana donde una prenda suya es de la mitad del tamaño
de una mía), las mochilas, el set de camping, la carpa, una cocinita y hasta un
colchón de dos plazas que heredamos del dueño anterior del auto. Esto se nota
sobre todo en las subidas a los cerros donde la nave no supera los 60 km/hora
ni con viento a favor. Pero no nos podemos quejar, para lo que nos salió …
nunca nos dejó tirados.
El nombre
George, que es el otro apodo que tiene el vehículo viene dado por un pegotín
que tiene en el guardabarros de atrás, de alguna propaganda de algo que hasta
ahora no sé ni que es, pero dice George en grande, y nos divirtió la idea de
que el auto tuviera nombre propio.
El
paréntesis lo hice ahora porque si se acuerdan, más arriba, cuando describí un
poco a Santi, el que trabajaba conmigo en la cocina, dije que vivía con Jim, el
personaje de la próxima anécdota. Bueno, resulta que lamentablemente la
anécdota tiene que ver con la nave también.
Jim es un
veterano local, de esos pendeviejos que le gusta la joda, la música fuerte y
mamarse, un personaje local que todos conocen. El alquila kayaks de forma
totalmente clandestina, no paga un peso de impuesto de nada, deja que la gente
se quede en su casa a cambio de algo de plata e incluso le había permitido a
Santi, administrar su casa en Hahei, ya que él vive en Auckland, y alquilársela
a otros para ganarse algunos pesos extra si quería. Este personaje cayo a Hahei
el fin de semana del 12 y dijo que iba a haber una fiesta en su casa y que
estábamos todos invitados. Teniendo en cuenta que íbamos a estar bastante
tiempo en Hahei y acá son todos conocidos decidimos que íbamos a ir para hacer
un poco de sociales. Ese mismo 12 Jim cayó al Pour house y estuvo meta tomar
cerveza hasta las 10 de la noche, cuando todos dijeron: “nos vamos a lo de jim”
y ahí empezaron a cerrar el bar para irnos todos a su casa. Cuando salimos
vimos que casualmente nuestro auto estaba estacionado al lado de la camioneta
de Jim, una Toyota Hilux de las nuevas, blanca. La puerta de la camioneta
estaba abierta apoyándose en nuestro auto, el veterano adentro y la música de
la camioneta a todo lo que daba, entonces le dije a la enana quien en ese
momento se estaba sentando al volante:
“Sacá el
auto ya porque el veterano está re mamado y si sale nos puede chocar.”
La enana me
contesta: “na… no creo que sea para tanto, mirá como tiene la música al mango y
la mujer afuera baila, que personaje”
Yo: “si,
está como loco, dale saca el auto que si sale antes que nosotros nos va a
chocar”
Cuando
termino de decirlo por segunda vez, la mujer de Jim se sube a la camioneta y la
camioneta arranca, dobla completamente hacia nuestro lado y se incrusta de
lleno en la puerta del conductor. La enana quedó paralizada sin saber qué
hacer, yo le empecé a tocar bocina para que no siguiera dando marcha atrás,
pero el veterano estaba tan mamado que siguió, hundió mas la puerta y como la
camioneta se trancó quiso salir para adelante golpeándolo un poco más. Logra
salir y yo me bajo del auto para hablar con él y ver que daño le hizo al auto
pero el viejo sale en su camioneta y se va como si nada hubiera pasado.
A todo
esto, uno de sus amigos viene y nos pregunta si estamos bien, y que él había
visto todo y no lo podía creer, a ver si conocíamos a la persona que nos había
chocado y le dijimos que si… que estábamos justamente saliendo para su casa a
una fiesta. Así que eso hicimos, nos subimos al auto y fuimos hasta la casa del
veterano. Cuando llegamos, su amigo ya había llegado antes que nosotros y le
había hecho entrar en razón de lo que había hecho. El veterano estaba tan
alcoholizado que no se había percatado de que nos había chocado, nos pidió mil
disculpas y que al día siguiente lo solucionábamos que no nos preocupáramos.
Así que así fue que conocimos a Jim.
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