ABEL TASMAN
Muy cerca
de donde nos quedábamos estaba el parque nacional Abel Tasman. Un parque
increíble de aproximadamente 40 km de costa contra el mar y unos bosques muy
grandes. Hay mil posibilidades para recorrerlo, alternando: caminar, kayak,
barcos, ómnibus al final y o al principio. Y los kiwis son los reyes de la
explotación de turismo, está todo muy bien armado, las opciones, los horarios,
los recorridos, los caminos etc.
El primer
fin de semana en Motueka, aprovechando que todavía no trabajamos decidimos dar
una vuelta en kayak por ahí. Como dije, los kiwis son los reyes del turismo
entonces podías hacer recorrido de kayak de un día, de dos, de tres, con guía,
sin guía, grupos, etc. Obviamente cual fue la opción que elegimos? La más
barata. Era la de recorrer por un día y sin guía en un kayak para 2 personas.
Como sabíamos que durante nuestros días ahí íbamos a hacer la caminata completa
por el Abel tasman decidimos darle prioridad a las islas y cruzarlas con el
kayak ya que eso caminando no íbamos a poder.
Reservamos
los kayak y llegamos al lugar de partida, Marahau, en hora y con lo justo. Ahí
nos dieron una charla de seguridad y demás. La verdad que pensamos que iba a
ser mucho más sencillo. Pero son esos kayak con una goma alrededor del cuerpo
totalmente sellados, entonces cuando el instructor dijo: “van a querer dejar esta piola a mano porque es la que van
a usar para soltarse si se dan vuelta y las que les puede salvar la vida” nos
pusimos a escuchar en serio. La parte más linda fue cuando el instructor nos
estaba enseñando como dar vuelta el kayak si se nos daba vuelta en el mar, era
toda una mímica sobre la tierra. Y veníamos de saber que si una piolita quedaba
mal ubicada nos podíamos ahogar y que el viento ese día estaba fuerte, y donde
estaban las bengalas de emergencia (así que si había bengalas de emergencia era
porque alguna vez se necesitaron) etc., etc. Cuando el instructor dice: “bueno,
entonces si se dan vuelta y tienen los tiburones nadando alrededor nadan rápido
hacia el kayak…” La cara de la enana se transformó instantáneamente, de cara de
emocionada por el paseo a cara de “no sé si quiero hacer esto” y me miró a mi
buscando que le dijera que era una broma. La verdad que a mí la broma tampoco
me cayó muy en gracia ya que en Australia es muy común el temita tiburones, acá
estamos cerquita, está lleno de focas, los tiburones comen focas, pero bue,
asumí que era broma y la tranquilice.
Al final
era broma nomás, acá no hay tiburones o capaz que ya vienen bien comidos de
Australia con algún surfista en el estomago o será que trabajando en los kiwis
y lijando casas quedé tan flaco que ni les atraigo, pero la cuestión es que nos
bañamos en varias playas distintas y nunca vimos ni nos contaron de ningún
caso. Entonces ese día recorrimos en el kayak tranquilos, fuimos todo por la
costa hacia el norte. No había mucho viento, solo era el día mas ventoso en
Motueka en los últimos 123 años, y a la ida el viento estaba a favor, por lo
que íbamos casi sin remar, pero hacía la vuelta muy difícil, y como el viento
estaba paralelo a la costa, para cruzar a las islas nos daba de costado y nos
dijeron que era peligroso por lo que decidimos no cruzar. Y como son los reyes
del turismo, a pesar que lo que pagamos era para ir en el kayak y volver al
mismo punto, dejamos el kayak en la playa más lejos a la que llegamos y ellos
se manejaron para irlo a buscar.
Al final
nos arrepentimos de haberlo abandonado tan rápido, porque contrario a lo que
nos habían dicho, el viento no empeoró al avanzar el día sino que desapareció y
hubiésemos podido cruzar a las islas sin problema pero bueno, igual fue una
buena caminata de 3 horas de vuelta por el bosque y con muy buenas vistas.
Pero no nos
preocupamos demasiado porque ya habíamos planeado hacer el Abel tasman completo
en otro momento. Por lo que en un fin de semana largo donde yo no trabajaba
hicimos la caminata. El parque tiene aproximadamente 35 km de punta a punta,
mas varios caminos internos que llevan a vistas muy buenas, cataratas o
piscinas naturales dentro del parque. Hay mil formas también de recorrer el
parque también combinando 3 cosas, los kayak, el caminar y los wáter taxi, que
son literalmente lanchas taxis que paran en determinadas paradas y te llevan a
los diferentes destinos con sus respectivas tarifas. Entonces, o vas en kayak y
volves caminando, vas caminando y volves en wáter taxi (que fue la opción que
nosotros hicimos), vas en wáter taxi, caminas y te volves en kayak, lo que
quieras.
Como es una caminata tan larga y tenes tanto para ver, es que la hicimos en varios días, entonces reservas con anticipación el lugar donde queres dormir determinada noche, (no podes reservar uno e ir a otro porque te multan, acá la viveza criolla en gral no sirve de mucho) y por donde queríamos que nos levantara el wáter taxi en el ultimo día y arrancamos un sábado temprano de mañana.
La verdad
es que es bastante cansador si se hace de la forma que lo hicimos nosotros
porque cargas con la comida para los 3 días,
las mudas de ropa, la carpa, sobres de dormir, alguna colchonetita (es mentira
que en el pasto o la playa dormís bien, sin colchonetita olvídate, por lo menos
a mi edad), etc. Pero como tenes muchas formas de hacerlo incluso de ir en
wáter taxi caminar lo que quieras y volver en wáter taxi, nos cruzamos con
gente de cualquier edad, familias, etc. Los días fueron espectaculares, no nos
llovió ninguno de los 3 días, hicimos playa y hasta nos dio para manguear una
tabla con remo (sup, paddle board o como le quieran decir) y bobear con eso en
una de las playas. Los campings estaban bastante llenos y nos cruzamos con unos
cuantos en el camino.
Los puntos
destacables del camino? La cleopatra pool realmente vale la pena, a pesar de
que cuando fuimos había bastante gente. Es como un pequeño “cañón” entre
piedras por donde corre un arroyito y se forman unas piscinas naturales muy
lindas. Lo que no está en los folletos es que si escalas las piedras “arroyo
arriba”, a unos 150-200 mts hay una cascada que está muy buena. Supongo que no
lo promocionan demasiado porque hay compañías que venden tours por el cañón y
esa cascada es uno de sus atractivos. Esos tours por el Abel Tasman Canyon, van
metidos en el arroyo por todo el camino, con ropas y bolsos impermeables y
cascos, y van escalando piedras. Básicamente lo que nosotros hicimos pero de
forma mucho más preparada. Nosotros íbamos con zapatos comunes que incluso en
una pasada que no era profunda, intentamos cruzar, la enana iba adelante (tengo
que reconocer que escalando piedras con mucha mayor habilidad que yo) y en ese
cruce la piedra estaba casi vertical y mojada y si resbalabas te ibas al agua,
ella pasó pero casi sobre lo ultimo resbaló pero le dio el tiempo para hacer un
salto y caer sobre lo seco. En vez de sacarme los zapatos y cruzar caminando
quise probar hacer lo mismo y cuando iba avanzando por la piedra en un momento
quede agarrado de la pared, resbalándome hacia abajo y sin la posibilidad de
moverme para adelante o para atrás porque si levantaba un pie terminaba cayendo
al agua. La miré a la enana buscando ayuda y no solo no estaba con intenciones
de ayudarme sino que estaba descostillada de la risa viendo la situación y
hasta le dio tiempo para sacar la cámara y retratar el exacto momento en el que
me terminé cayendo y hundiendo toda la bota adentro del agua. Botas que compré acá
en Nueva Zelanda y que salieron muy buenas, porque además son waterproof. Es
cierto, no les entra nada de agua, pero lo único que no te aclaran de este tipo
de botas es que así como el agua no les entra, si haciendo boludeces en el Abel
tasman las sumergís, después el agua tampoco sale, entonces tuve la bota
haciendo ruido de como quien está pisando un charco los siguientes 2 días.
Al ver esto
empezamos a buscar las tablas de las mareas pero no las encontramos por ningún
lado, entonces empezamos a preguntar a la gente del camping y corroboramos algo
que nos habían comentado unos veteranos en Cleopatra Pool pero que pensamos que
estaban errados, marea baja era a las 4 am y a las 16 horas. Esto nos dejaba
solo la opción de las 4 am porque si cruzábamos a las 16 horas no nos daba el
tiempo para llegar a Totaranui donde nos esperaría el barco. Pensamos en que
alternativas teníamos pero vimos que no muchas más, la otra era tratar de
coincidir con algún wáter taxi de la misma compañía y avisarles que no habíamos
podido cruzar, pero no teníamos tampoco los horarios de los wáter taxi por lo
que no estábamos seguros que pasaran por donde estábamos a tiempo como para
avisarles y tampoco queríamos perder la reserva y que nos cobraran un viaje
nuevo. Entonces apuramos la cena y nos fuimos a dormir, poniendo la alarma a
las 2 am para desarmar la carpa y retomar la caminata. Cuando a las 2 am sonó
la alarma, la enana me miro y me dijo: “me parece que no da…” Fue suficiente,
con eso me sirvió para darme vuelta y dormirme de nuevo. La verdad era una
locura, además de que no teníamos buena iluminación para ir de noche, el
sendero a veces no es tan marcado, y muchas veces es angosto y empinado por lo
que seguimos durmiendo esperando solucionarlo al otro día.
Nos
levantamos duros de dormir en las colchonetas de goma eva de 10 dólares que
habíamos comprado que lo que tenían de livianas lo tenían de incomodas, pero
felices de que pudimos dormir casi 9 horas en vez de levantarnos a las 2 de la
mañana para arrancar esa caminata.
Mientras
desayunábamos llego un wáter taxi, sabíamos que no era de la compañía que
habíamos contratado, igualmente la enana se acerco para ver si nos podía
ayudar. A los 10 minutos volvía ella con cara de niño feliz como cuando llegan
los reyes magos. El operador de ese barco a pesar de que no era de la misma
compañía, había avisado por radio de nuestro caso y nos iban a levantar en
Awaroa, a 8 km de donde estábamos pero antes del cruce que nunca íbamos a hacer
por ese temita de las mareas. Agradecidos de que en esto somos distintos a los
kiwis, porque en Uruguay yo creo que en la misma situación, el operador del
barco lo soluciona con un, “disculpa, pero no somos la misma compañía” y de
yapa encima te intenta vender otro viaje, arrancamos la caminata hacia Awaroa.
Lo gracioso
fue que después de almorzar en Awaroa y cuando llego el barco (obviamente en la
hora exacta), se bajo una asistente o azafata marina (o el nombre que sea que
se le da a esa persona ) y pregunto algo relacionado con 2 personas y
Totaranui, sin dudarlo levantamos la mano y nos mandamos para adentro del
barco. Cuando ya el barco había arrancado sube la azafata marina y nos pregunta
el nombre de la reserva, cuando se lo decimos nos dice: “ahh… pero ustedes no
iban para Totaranui, a ustedes había que levantarlos en Awaroa y llevarlos de
vuelta…”. Resulta que el barco pasaba por Awaroa, cruzaba a Totaranui y después
volvía a Awaroa para levantar a los pasajeros que volvían al origen del camino.
Así que no se qué paso con esas 2 personas que querían cruzar en barco a
Totaranui, capaz todavía están ahí varados en el Abel Tasman al mejor estilo
Robinson Crusoe pero a nosotros ya nadie nos bajo del barco hasta que volvimos.
El barco cuando nos bajo en el destino que era una playa a una hora y media de donde teniamos estacionados el auto nos comento que habia un camino por dentro del bosque trepando por una cuerda medio empinado que nos ahorraba 30 min de caminata pero era un poco mas complicado... obviamente fue el camino que usamos para volver.
El barco cuando nos bajo en el destino que era una playa a una hora y media de donde teniamos estacionados el auto nos comento que habia un camino por dentro del bosque trepando por una cuerda medio empinado que nos ahorraba 30 min de caminata pero era un poco mas complicado... obviamente fue el camino que usamos para volver.
Como voy
escribiendo en los ratos que puedo, y lo que estuve contando paso hace ya casi
un mes, puede que el orden de los sucesos no sea el exacto, pero estoy tratando
de que sea un reflejo lo más fiel posible.
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