Wednesday, May 4, 2016

4) Abel Tasman

ABEL TASMAN

Muy cerca de donde nos quedábamos estaba el parque nacional Abel Tasman. Un parque increíble de aproximadamente 40 km de costa contra el mar y unos bosques muy grandes. Hay mil posibilidades para recorrerlo, alternando: caminar, kayak, barcos, ómnibus al final y o al principio. Y los kiwis son los reyes de la explotación de turismo, está todo muy bien armado, las opciones, los horarios, los recorridos, los caminos etc.

El primer fin de semana en Motueka, aprovechando que todavía no trabajamos decidimos dar una vuelta en kayak por ahí. Como dije, los kiwis son los reyes del turismo entonces podías hacer recorrido de kayak de un día, de dos, de tres, con guía, sin guía, grupos, etc. Obviamente cual fue la opción que elegimos? La más barata. Era la de recorrer por un día y sin guía en un kayak para 2 personas. Como sabíamos que durante nuestros días ahí íbamos a hacer la caminata completa por el Abel tasman decidimos darle prioridad a las islas y cruzarlas con el kayak ya que eso caminando no íbamos a poder.
Reservamos los kayak y llegamos al lugar de partida, Marahau, en hora y con lo justo. Ahí nos dieron una charla de seguridad y demás. La verdad que pensamos que iba a ser mucho más sencillo. Pero son esos kayak con una goma alrededor del cuerpo totalmente sellados, entonces cuando el instructor dijo: “van a querer  dejar esta piola a mano porque es la que van a usar para soltarse si se dan vuelta y las que les puede salvar la vida” nos pusimos a escuchar en serio. La parte más linda fue cuando el instructor nos estaba enseñando como dar vuelta el kayak si se nos daba vuelta en el mar, era toda una mímica sobre la tierra. Y veníamos de saber que si una piolita quedaba mal ubicada nos podíamos ahogar y que el viento ese día estaba fuerte, y donde estaban las bengalas de emergencia (así que si había bengalas de emergencia era porque alguna vez se necesitaron) etc., etc. Cuando el instructor dice: “bueno, entonces si se dan vuelta y tienen los tiburones nadando alrededor nadan rápido hacia el kayak…” La cara de la enana se transformó instantáneamente, de cara de emocionada por el paseo a cara de “no sé si quiero hacer esto” y me miró a mi buscando que le dijera que era una broma. La verdad que a mí la broma tampoco me cayó muy en gracia ya que en Australia es muy común el temita tiburones, acá estamos cerquita, está lleno de focas, los tiburones comen focas, pero bue, asumí que era broma y la tranquilice.



Al final era broma nomás, acá no hay tiburones o capaz que ya vienen bien comidos de Australia con algún surfista en el estomago o será que trabajando en los kiwis y lijando casas quedé tan flaco que ni les atraigo, pero la cuestión es que nos bañamos en varias playas distintas y nunca vimos ni nos contaron de ningún caso. Entonces ese día recorrimos en el kayak tranquilos, fuimos todo por la costa hacia el norte. No había mucho viento, solo era el día mas ventoso en Motueka en los últimos 123 años, y a la ida el viento estaba a favor, por lo que íbamos casi sin remar, pero hacía la vuelta muy difícil, y como el viento estaba paralelo a la costa, para cruzar a las islas nos daba de costado y nos dijeron que era peligroso por lo que decidimos no cruzar. Y como son los reyes del turismo, a pesar que lo que pagamos era para ir en el kayak y volver al mismo punto, dejamos el kayak en la playa más lejos a la que llegamos y ellos se manejaron para irlo a buscar.
Al final nos arrepentimos de haberlo abandonado tan rápido, porque contrario a lo que nos habían dicho, el viento no empeoró al avanzar el día sino que desapareció y hubiésemos podido cruzar a las islas sin problema pero bueno, igual fue una buena caminata de 3 horas de vuelta por el bosque y con muy buenas vistas.
Pero no nos preocupamos demasiado porque ya habíamos planeado hacer el Abel tasman completo en otro momento. Por lo que en un fin de semana largo donde yo no trabajaba hicimos la caminata. El parque tiene aproximadamente 35 km de punta a punta, mas varios caminos internos que llevan a vistas muy buenas, cataratas o piscinas naturales dentro del parque. Hay mil formas también de recorrer el parque también combinando 3 cosas, los kayak, el caminar y los wáter taxi, que son literalmente lanchas taxis que paran en determinadas paradas y te llevan a los diferentes destinos con sus respectivas tarifas. Entonces, o vas en kayak y volves caminando, vas caminando y volves en wáter taxi (que fue la opción que nosotros hicimos), vas en wáter taxi, caminas y te volves en kayak, lo que quieras.

Como es una caminata tan larga y tenes tanto para ver, es que la hicimos en varios días, entonces reservas con anticipación el lugar donde queres dormir determinada noche, (no podes reservar uno e ir a otro porque te multan, acá la viveza criolla en gral no sirve de mucho) y por donde queríamos que nos levantara el wáter taxi en el ultimo día y arrancamos un sábado temprano de mañana.
La verdad es que es bastante cansador si se hace de la forma que lo hicimos nosotros porque cargas con la comida  para los 3 días, las mudas de ropa, la carpa, sobres de dormir, alguna colchonetita (es mentira que en el pasto o la playa dormís bien, sin colchonetita olvídate, por lo menos a mi edad), etc. Pero como tenes muchas formas de hacerlo incluso de ir en wáter taxi caminar lo que quieras y volver en wáter taxi, nos cruzamos con gente de cualquier edad, familias, etc. Los días fueron espectaculares, no nos llovió ninguno de los 3 días, hicimos playa y hasta nos dio para manguear una tabla con remo (sup, paddle board o como le quieran decir) y bobear con eso en una de las playas. Los campings estaban bastante llenos y nos cruzamos con unos cuantos en el camino.
Los puntos destacables del camino? La cleopatra pool realmente vale la pena, a pesar de que cuando fuimos había bastante gente. Es como un pequeño “cañón” entre piedras por donde corre un arroyito y se forman unas piscinas naturales muy lindas. Lo que no está en los folletos es que si escalas las piedras “arroyo arriba”, a unos 150-200 mts hay una cascada que está muy buena. Supongo que no lo promocionan demasiado porque hay compañías que venden tours por el cañón y esa cascada es uno de sus atractivos. Esos tours por el Abel Tasman Canyon, van metidos en el arroyo por todo el camino, con ropas y bolsos impermeables y cascos, y van escalando piedras. Básicamente lo que nosotros hicimos pero de forma mucho más preparada. Nosotros íbamos con zapatos comunes que incluso en una pasada que no era profunda, intentamos cruzar, la enana iba adelante (tengo que reconocer que escalando piedras con mucha mayor habilidad que yo) y en ese cruce la piedra estaba casi vertical y mojada y si resbalabas te ibas al agua, ella pasó pero casi sobre lo ultimo resbaló pero le dio el tiempo para hacer un salto y caer sobre lo seco. En vez de sacarme los zapatos y cruzar caminando quise probar hacer lo mismo y cuando iba avanzando por la piedra en un momento quede agarrado de la pared, resbalándome hacia abajo y sin la posibilidad de moverme para adelante o para atrás porque si levantaba un pie terminaba cayendo al agua. La miré a la enana buscando ayuda y no solo no estaba con intenciones de ayudarme sino que estaba descostillada de la risa viendo la situación y hasta le dio tiempo para sacar la cámara y retratar el exacto momento en el que me terminé cayendo y hundiendo toda la bota adentro del agua. Botas que compré acá en Nueva Zelanda y que salieron muy buenas, porque además son waterproof. Es cierto, no les entra nada de agua, pero lo único que no te aclaran de este tipo de botas es que así como el agua no les entra, si haciendo boludeces en el Abel tasman las sumergís, después el agua tampoco sale, entonces tuve la bota haciendo ruido de como quien está pisando un charco los siguientes 2 días.
La otra anécdota memorable además del viaje en sí, fue en nuestra última noche en el campamento. Acá hay una particularidad con las mareas y es que la diferencia entre marea alta y marea baja son muy notorias. Durante marea baja el agua se retira muchísimos metros en ciertos lugares. Los barcos en los puertos quedan apoyados en la arena directamente y es un proceso que se da 2 veces al día y con diferencia de 12 horas aproximadamente. El Abel Tasman al ser sobre la costa, en varios lugares tenía 2 alternativas, un camino por la playa notoriamente mas corto cuando la marea era baja y  sino por un sendero por la costa que era más largo y zigzagueante. Entonces cuando estas armando el mapa te proporcionan las tablas con el horario exacto en que la marea va a bajar. Tablas que nosotros vimos pero no le dimos mayor importancia, gran error. La noche del domingo llegamos hasta Onetahuti, camping donde íbamos a pasar la última noche. Al día siguiente teníamos que caminar 8 km hasta Awaroa, para cruzar por la playa y llegar hasta Totaranui (9 km más arriba de Awaroa) para las 16 horas donde nos levantaría el wáter taxi. Cuando miramos el mapa vimos que en ningún lado mostraba una ruta por la costa, la única alternativa era por la playa y el camino dependía de que la marea estuviera baja, de lo contrario no se podía cruzar. Además de esto, la marea baja solo te da una ventana de 4 horas para cruzar, dos horas antes y dos horas después de lo que marcan las tablas, de lo contrario es peligroso porque te puede alcanzar el agua en la mitad del camino.
Al ver esto empezamos a buscar las tablas de las mareas pero no las encontramos por ningún lado, entonces empezamos a preguntar a la gente del camping y corroboramos algo que nos habían comentado unos veteranos en Cleopatra Pool pero que pensamos que estaban errados, marea baja era a las 4 am y a las 16 horas. Esto nos dejaba solo la opción de las 4 am porque si cruzábamos a las 16 horas no nos daba el tiempo para llegar a Totaranui donde nos esperaría el barco. Pensamos en que alternativas teníamos pero vimos que no muchas más, la otra era tratar de coincidir con algún wáter taxi de la misma compañía y avisarles que no habíamos podido cruzar, pero no teníamos tampoco los horarios de los wáter taxi por lo que no estábamos seguros que pasaran por donde estábamos a tiempo como para avisarles y tampoco queríamos perder la reserva y que nos cobraran un viaje nuevo. Entonces apuramos la cena y nos fuimos a dormir, poniendo la alarma a las 2 am para desarmar la carpa y retomar la caminata. Cuando a las 2 am sonó la alarma, la enana me miro y me dijo: “me parece que no da…” Fue suficiente, con eso me sirvió para darme vuelta y dormirme de nuevo. La verdad era una locura, además de que no teníamos buena iluminación para ir de noche, el sendero a veces no es tan marcado, y muchas veces es angosto y empinado por lo que seguimos durmiendo esperando solucionarlo al otro día.
Nos levantamos duros de dormir en las colchonetas de goma eva de 10 dólares que habíamos comprado que lo que tenían de livianas lo tenían de incomodas, pero felices de que pudimos dormir casi 9 horas en vez de levantarnos a las 2 de la mañana para arrancar esa caminata.
Mientras desayunábamos llego un wáter taxi, sabíamos que no era de la compañía que habíamos contratado, igualmente la enana se acerco para ver si nos podía ayudar. A los 10 minutos volvía ella con cara de niño feliz como cuando llegan los reyes magos. El operador de ese barco a pesar de que no era de la misma compañía, había avisado por radio de nuestro caso y nos iban a levantar en Awaroa, a 8 km de donde estábamos pero antes del cruce que nunca íbamos a hacer por ese temita de las mareas. Agradecidos de que en esto somos distintos a los kiwis, porque en Uruguay yo creo que en la misma situación, el operador del barco lo soluciona con un, “disculpa, pero no somos la misma compañía” y de yapa encima te intenta vender otro viaje, arrancamos la caminata hacia Awaroa.
Lo gracioso fue que después de almorzar en Awaroa y cuando llego el barco (obviamente en la hora exacta), se bajo una asistente o azafata marina (o el nombre que sea que se le da a esa persona ) y pregunto algo relacionado con 2 personas y Totaranui, sin dudarlo levantamos la mano y nos mandamos para adentro del barco. Cuando ya el barco había arrancado sube la azafata marina y nos pregunta el nombre de la reserva, cuando se lo decimos nos dice: “ahh… pero ustedes no iban para Totaranui, a ustedes había que levantarlos en Awaroa y llevarlos de vuelta…”. Resulta que el barco pasaba por Awaroa, cruzaba a Totaranui y después volvía a Awaroa para levantar a los pasajeros que volvían al origen del camino. Así que no se qué paso con esas 2 personas que querían cruzar en barco a Totaranui, capaz todavía están ahí varados en el Abel Tasman al mejor estilo Robinson Crusoe pero a nosotros ya nadie nos bajo del barco hasta que volvimos.

El barco cuando nos bajo en el destino que era una playa a una hora y media de donde teniamos estacionados el auto nos comento que habia un camino por dentro del bosque trepando por una cuerda medio empinado que nos ahorraba 30 min de caminata pero era un poco mas complicado... obviamente fue el camino que usamos para volver.

Como voy escribiendo en los ratos que puedo, y lo que estuve contando paso hace ya casi un mes, puede que el orden de los sucesos no sea el exacto, pero estoy tratando de que sea un reflejo lo más fiel posible.

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